Marihuana
El consumo de marihuana produce una serie de efectos fisiológicos y psicológicos en nuestro organismo. Y, uno de ellos es la inducción del sueño.
El consumo de marihuana produce una serie de efectos fisiológicos y psicológicos en nuestro organismo. Y, uno de ellos es la inducción del sueño.
La marihuana, en sus variedades Sativa e Indica, es una planta con diversas aplicaciones, desde las semillas, utilizadas como alimento para pájaros, hasta sus fibras, que sirven para tejer telas. Sin embargo, su principal uso es como droga recreativa. Sus flores, altamente resinosas, se pueden consumir fumadas ya sea directamente o tras procesar el polen y darle forma de pasta, conocida comúnmente como hachís. Es, de lejos, la droga ilegal más consumida de nuestro país.
Sus efectos, que varían entre euforizantes y relajantes dependiendo de la variedad, son obra del tetrahidrocannabinol (THC), su principal principio activo. El THC tiene unas características propias especiales. Por ejemplo, es una sustancia muy soluble en compuestos orgánicos y en grasas (liposoluble, en términos técnicos). Así, suele acumularse en el hígado, las gónadas y el cerebro. Tras consumir marihuana, el THC viaja con gran rapidez por el torrente sanguíneo hasta el cerebro, en donde se adhiere con facilidad. El proceso de eliminación, en cambio, es bastante lento.
Aunque duermas a pierna suelta y de un tirón, en realidad tu sueño pasa por cuatro fases. Cada una de ellas tiene sus propios efectos en el descanso del cerebro y el cuerpo. Sin embargo, el consumo de marihuana altera el tiempo que el cerebro pasa en cada una de ellas. Concretamente, la marihuana actúa alargando el tiempo que nuestro cerebro pasa en la fase de sueño profundo y, por otro lado, reduciendo el tiempo que nuestro cerebro pasa en la fase REM.
No está tan mal, ¿no? No tan rápido, ahora vienen las malas noticias: cuando se consume marihuana durante el día de manera repetida, se produce una disminución tanto del sueño profundo como del sueño REM.
Además, la fase REM es el momento en que tienen lugar los sueños. Esto explica por qué muchas personas que consumen marihuana antes de dormir informan de no tener sueños durante la noche.
Paradójicamente, muchos investigadores apuntan a que una reducción de la fase REM del sueño está ligada a un mejor descanso. De este modo, podemos llegar a la conclusión del riesgo de una dependencia ante la sensación de un mayor descanso.
A priori, todo parece señalar que el uso de esta planta para dormir tiene importantes beneficios sobre nuestro sueño. Pero hay que ser cuidadosos e interpretar la información con mucha cautela. Sus efectos secundarios siguen ahí, y lo que parece una solución para el sueño puede redundar en realidad en un deterioro de nuestro bienestar general.
Por otro lado, dejar de consumir marihuana tras un período de consumo habitual puede causar problemas con el sueño. Estamos ante un círculo vicioso del que puede resultar difícil salir. Consumir marihuana puede ayudarnos a conciliar el sueño con mayor facilidad y además favorece que tengamos una mayor sensación de descanso. Pero luego no resulta tan fácil dejar de consumirla; esto se debe al llamado “efecto rebote REM” en el que se produce un aumento anormal de esta fase del sueño. La consecuencia son uno sueños extraños e intranquilos. Y vuelta a empezar: se vuelve al consumo para poder tener un sueño reparador.
En resumen, la marihuana induce el sueño, entre otros efectos fisiológicos y psicológicos. Sin embargo, antes de usar la marihuana como estrategia para combatir el insomnio conviene recordar los efectos secundarios que esta sustancia produce en nuestro organismo, tales como el deterioro de la memoria o del control motor.
De acuerdo con algunos estudios, hay casos como la apnea de sueño (ronquidos y problemas de respiración durante la noche) en los que podría tener efectos beneficiosos, pero sus efectos sobre el insomnio en general aún no se han investigado lo suficiente. En conclusión, por ahora hacen falta nuevos estudios para obtener información más rigurosa, ya que actualmente nos los datos sobre el impacto de la marihuana en el sueño de la persona adulta son contradictorios.(2;3)
*Datos curiosos sobre la marihuana y el sueño.
¡Los consumidores adolescentes son candidatos al insomnio!
En el año 2014 se publicó un estudio realizado por la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia (EEUU) sobre los efectos de la marihuana en el sueño. Los investigadores concluyeron que consumir o haber consumido marihuana en épocas anteriores aumenta las probabilidades de tener dificultades para dormir o trastornos del sueño, una situación más acusada si cabe en las personas que empezaron a consumir marihuana a edades tempranas como la adolescencia.
Quizá el dato más curioso de este estudio es el hallazgo de la fuerte asociación entre el uso de marihuana antes de los 15 años y los trastornos del sueño. Los investigadores advirtieron que las personas que comenzaron a usar marihuana antes de los 15 años tenían aproximadamente el doble de probabilidades de tener dificultades para dormir. (4)