Ambiente inadecuado
La habitación donde dormimos debe ser un espacio en el que nos sintamos profundamente tranquilos, cómodos y seguros.
La habitación donde dormimos debe ser un espacio en el que nos sintamos profundamente tranquilos, cómodos y seguros.
Es necesario disfrutar de un entorno ambiental adecuado que facilite la conciliación y el mantenimiento del sueño durante la noche. Por ello, debemos cuidar cada detalle de nuestro alrededor para que ningún estímulo entorpezca nuestro sueño. La idea es que convirtamos nuestro dormitorio en nuestro templo del descanso.
Algunas de los hábitos que contribuyen a esto incluyen evitar otras actividades que no sean dormir o mantener relaciones sexuales. Conviene que nuestra mente asocie el dormitorio con un espacio de descanso. Esto significa descartar actividades como comer, trabajar, ver la televisión, usar el ordenador, etc.